Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Proyecto Mecesup
El Campo Magnético
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Interacciones y polos magnéticos Cuando empezamos a estudiar la electrostática , descubrimos una observación - la atracción entre la varilla de plástico frotada con piel y una varilla de vidrio frotada con seda - que no pudimos explicar a partir de las fuerzas e interacciones que habíamos considerado hasta ese momento. La explicamos como una fuerza ejercida por las cargas eléctricas de una varilla sobre las cargas eléctricas de la otra. En capítulos subsecuentes aprendimos que muchos fenómenos muy interesantes y útiles podían entenderse en función de esta fuerza electrostática fundamental. En el presente capítulo introducimos otra observación, la cual tendrá consecuencias tan interesantes y útiles como la anterior. Se basa en la interacción magnética entre objetos, cuyos efectos se exponen en los siguientes capítulos. Al iniciar este estudio, conviene tener presente muchas semejanzas importantes entre las interacciones eléctricas y magnéticas, lo mismo que las diferencias más significativas entre ellas.
A principios del siglo VIII
a. de C., los griegos habían descubierto que un trozo de magnetita mineral
(conocida como piedra imán o calamita, un oxido de hierro) atraía un trozo
de hierro, pero sin ejercer una fuerza mesurable en la mayoría de los
otros materiales. Mas tarde se descubrió que un pedazo de este material
podía atraer o repeler otro de magnetita, según su orientación relativa.
En estos experimentos y en los que se comenta a continuación, es necesario
determinar que ninguno de los dos objetos transporta una carga eléctrica
neta, pues sólo así podremos estar seguros de que las nuevas fuerzas no
son de origen eléctrico. |
El aparato que hemos construido es una brújula magnética, la cual responde al campo magnético de la Tierra del mismo modo que dos trozos de magnetita ejercen fuerza uno sobre el otro. Este resultado lo describimos empleando el mismo lenguaje que el de las interacciones eléctricas: un trozo de magnetita (o de la Tierra) crea un campo magnético y el otro reacciona ante el. La dirección de la brújula indica la del componente horizontal del campo magnético de la Tierra. También podemos servirnos de nuestra brújula magnética para localizar el campo magnético de un imán de barra, porque apunta al norte si lo colgamos como una brújula. Por convención, lo llamamos "buscador del norte" o simplemente polo norte del imán y al extremo opuesto, polo sur. Cuando acercamos nuestra brújula al imán de la barra, la primera gira hasta que su dirección indica la del campo magnético en ese punto, según se observa en la figura (2). Como veremos en el próximo capítulo, el campo magnético de la Tierra se parece, en muchos aspectos, al imán de una barra.
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